Preguntas difíciles en las entrevistas de trabajo
por Jon López, orientador laboral de Juritecnia.
Nos hemos interesado por una oferta de empleo, hemos hecho llegar nuestra candidatura y nos han convocado a una entrevista. ¡Estamos de enhorabuena!, pero a su vez, nos entra ese hormigueo interno de cómo va a ir la entrevista.
Hemos tenido algunas entrevistas y cada una de ellas se ha desarrollado de una manera diferente. ¿Es eso normal?, evidentemente sí, ya que las entrevistas de trabajo se hacen habitualmente entre dos personas y ese proceso comunicativo siempre va a depender del comportamiento de las dos personas.
Pero a su vez, somos conscientes de que casi siempre en las entrevistas se nos plantean una serie de preguntas que nos cuesta responder más que otras, bien porque no sabemos qué decir, bien porque lo que nos saldría contar, creemos que no resultaría adecuado para nuestro interlocutor/a.
Estas preguntas son las que denominamos “preguntas difíciles” y como tal, conviene que las llevemos debidamente preparadas, para que, si se producen, contestemos con soltura y no nos agobiemos.
Cómo responder a preguntas difíciles en las entrevistas de trabajo.
Comenzaré señalando de forma general unas recomendaciones claves para abordar estas preguntas.
- Prepara las respuestas.
Es fundamental, tal como ya he señalado que, estas preguntas no nos desubiquen de nuestro objetivo: conseguir el empleo, en caso de que las condiciones nos interesen.
Para ello, el aprendizaje en las respuestas es clave: sepamos qué contestar a cada una de ellas.
2. No valores las preguntas con una intención negativa.
Ante una pregunta, nuestra mente nos puede jugar una mala pasada y cuestionarnos internamente cuál es la finalidad negativa que esconde una determinada cuestión.
En la mayoría de los casos, esas preguntas simplemente pretenden valorar tu forma de contestar y afrontar situaciones que para nuestro interlocutor/a son importantes.
Puede haber ocasiones en que las preguntas tienen el objetivo de llevarnos a situaciones un tanto límites, ya que el trabajo al que accedemos se caracteriza por ese tipo de escenarios.
Ejemplos de preguntas difíciles en las entrevistas de trabajo.
Veamos ahora una serie de preguntas difíciles y la manera de afrontar su respuesta:
- ¿Cuál es tu remuneración actual?
Las preguntas relativas a nuestra remuneración, como esta y la siguiente, son las que más nos suele costas encontrar la respuesta adecuada.
En este caso, lo más prudente es no hablar directamente de la cantidad que percibimos ya que, por un lado, es un dato absolutamente personal y, por otro lado, puede condicionar el salario que nos ofrezcan el este nuevo empleo.
Por tanto, respuesta haciendo ver que el salario no es lo más importante, ya que valoramos otros factores complementarios, puede hacernos salir del entuerto.
2. ¿Qué salario te gustaría ganar en este puesto?
Si la pregunta anterior puede ser difícil, esta, que además es muy frecuente, nos suele plantear muchas dificultades.
Aquí la respuesta puede ser muy variada:
En primer lugar, podemos optar por una respuesta como en el caso anterior, es decir, haciendo referencia a un conjunto de factores, como la posibilidad de formarnos, posibles conciliaciones…
En segundo lugar, podemos hablar de un rango de sueldo, sin especificar una cantidad fija. Aquí debemos evitar respuestas tajantes como “yo, por menos de XXXX cantidad no trabajo” ya que pueden bloquear rápidamente la entrevista y no olvidemos que al final, si quieren contratarnos, la última respuesta la tenemos nosotros/as indicando que la remuneración no nos parece adecuada.
En tercer lugar, quizás nos está sorprendiendo que no haga referencia a la respuesta “por convenio”. Es una respuesta absolutamente inadecuada por dos razones: primero, en la mayoría de las ocasiones no conocemos lo que indica el convenio y segundo, estamos indicando que nos conformamos con el salario mínimo.
3. ¿Por qué quieres cambiar de empleo?, ¿cómo te ha ido en tus empleos anteriores?
Las preguntas relativas a empleos que hayamos tenido debemos responderlas con un respeto absoluto a dichas empresas, sin criticar en ningún caso, situaciones que hayamos vivido en ellas.
El criticar dichas empresas, está trasmitiendo que, en un futuro, harás lo mismo con la empresa que te contrate.
Por tanto, hablaremos siempre en positivo, indicando la experiencia que nos han aportado dichos trabajos e indicando que el cambio de empresa se debe a posibilidades de mejora, obtener nuevas visiones de empresa o la posibilidad de realizar nuevos proyectos.
4. ¿Qué razones has tenido para interesarte por nuestra empresa?
La respuesta a esta pregunta puede ser clave en nuestra contratación. Es fundamental haber mirado cuales son los valores de esta nueva empresa y trasmitir nuestra compatibilidad con ellos.
Estos valores, proyectos…, de la empresa los vamos a encontrar en su página web. Debemos trasmitir nuestro interés por ellos, compatibilizándolos con experiencias nuestras previas.
En toda entrevista es muy valorado que los futuros candidatos/as se hayan interesado por cómo trabajamos o qué proyectos estamos desarrollando.
5. Háblame de ti, ¿qué tipos de funciones has desarrollado?
Este tipo de pregunta es que nos permite “deslumbrar” a nuestro interlocutor/a.
Hablemos de los que hemos hecho, nombrando especialmente informaciones no contenidas en nuestro CV, tales como proyectos realizados o logros obtenidos.
Intercalemos en nuestro discurso palabras como “lideré un equipo de…”, “formé parte de un equipo de…”, “obtuvimos un reconocimiento de…”, etc. Así, además de plasmar lo que hemos hecho, también trasmitimos ciertos valores que a la empresa le pueden interesar.
No nos olvidemos aquí de hablar de experiencias llevadas a cabo no laborales, tales como colaboraciones o voluntariado.
6. ¿Por qué te consideras la persona idónea para este puesto?, qué aspectos positivos podrías comentarme de tu persona?
Es el momento, de nuevo, de hacer mención a valores como la responsabilidad, nuestra capacidad de trabajo, nuestro interés por este tipo de trabajo, experiencia previa en trabajos anteriores…
Logros o reconocimientos obtenidos anteriormente pueden ser comentados también en este tipo de preguntas.
Un error en este tipo de respuestas es la de nombrar una serie de cualidades de manual y no seamos capaces de relacionarlas con algo que hayamos hecho en concreto. Es importante relacionar una cualidad que nos atribuyamos con alguna acción concreta que la sostenga.
7. Cuéntame algún defecto que tengas, ¿te tienes identificada alguna debilidad?
Pregunta complicada donde las haya, ¿qué contestamos ante esto? Habría que señalar dos cuestiones:
Primero, no argumentemos que ninguna. Nadie es perfecto y, por tanto, esta respuesta es absolutamente increíble.
Segundo, hablemos de algún defectillo en pasado, señalando que ya nos hemos auto aplicado alguna acción de mejora y ha funcionado, por ejemplo: “Yo antes, ante un nuevo proyecto o trabajo en equipo, me presionaba con los tiempos y agobiaba a los demás. Ahora marco unos cronogramas y de esa manera llevo mucho mejor los tiempos asignados a cada parte del proyecto, sin presionar a los demás componentes del equipo”.
8. ¿Cómo haces frente a posibles conflictos con compañeros/as de trabajo?
En este caso, debemos hacer referencia al término empatía, es decir, primero, ponernos en la situación de la otra persona e intentar comprenderla, pero sin perder nuestros derechos. Hablaremos de comunicarle el desagrado que nos está suponiendo la situación y lo que habría que cambiar para que el conflicto de solucionase.
9. ¿Tienes alguna pregunta respecto a nuestra empresa?
Es muy importante que hagamos alguna pregunta. Podemos referirlas a proyectos que hayamos visto en la web, forma de trabajar, etc.
También en este momento podremos preguntar por las condiciones laborales, en caso de que no se hayan comentado durante la entrevista, pero siempre conviene que antes de hacer referencia a dichas condiciones, nos hayamos interesado por alguna otra cuestión.
Conclusión final.
Hacer referencia a dos cuestiones finalmente:
- Reiterar la importancia de “llevar preparadas” determinadas respuestas.
- Una vez finalizada la entrevista, hacer una pequeña reflexión de qué nos ha ido bien en la entrevista y en qué tipo de preguntas nos hemos sentido “trabados/as”.
Para más información, Juritecnia ofrece un servicio de orientación laboral, en el que podemos atenderte de forma personalizada.
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