Conductas de una “mala” dirección
Conductas de una “mala” dirección
por Jon López, orientador laboral de Juritecnia.
Si existe un factor que enrarece y dificulta un clima laboral adecuado en las organizaciones es que la dirección de la empresa actúe inadecuadamente. Esto tiene un efecto negativo inmediato sobre la productividad de la empresa.
Por ello, vamos a identificar una serie de conductas propias de una “mala” dirección.
¿Qué caracteriza una mala dirección?
- La dirección no predica con el ejemplo.
Un primer fallo en la conducta se produce cuando estas personas establecen una serie de formas de actuar para los empleados, indicando que son unos principios básicos para la organización, pero después sus actuaciones divergen de esas normas establecidas por ellas mismas.
Otro ejemplo de esta mala actuación se produce cuando se pide un determinado esfuerzo al personal, pero la dirección no considera que ella deba afrontar ese esfuerzo.
2. Se basan sus argumentos en mentiras.
Cuando la dirección de una organización debe argumentar cualquier tipo de razonamiento, lo peor que puede hacer, es basar ese razonamiento en mentiras.
El refrán “Antes se pilla a un mentiroso que a un cojo” es totalmente cierto. La realidad de la empresa en nuestro país es de una amplísima participación de las denominadas microempresas (menos de 10 trabajadores/as). Esto supone que en empresas tan sumamente pequeñas es muy difícil mantener mentiras ya que son organizaciones “donde todo se sabe”.
3. No existen los reconocimientos positivos, sólo las amonestaciones.
Una de las funciones de la dirección de una organización es estar atenta, controlar y valorar lo que se hace en ella. En la actualidad, con los diferentes mecanismos que la empresa tiene (web, redes…), es mucho más fácil detectar posibles insatisfacciones de nuestra clientela.
Ante esto, cuando se percibe un caso en que un trabajador/a no ha realizado su trabajo correctamente es lógico (yo diría hasta necesario) que esa mala praxis se le comente al trabajador/a, buscando en todo momento una solución al problema.
De la misma forma, los trabajos bien hechos, que habrán supuesto unos resultados beneficiosos para la organización, deben ser reconocidos adecuadamente. Esa ausencia de reconocimiento va a una fuente de desmotivación ante el personal.
4. Se apropia de las ideas ajenas.
Una conducta que tiene un efecto muy negativo sobre el resto de integrantes de la organización es ésta. El mal directivo/a tiene la costumbre de apropiarse de las ideas que cualquier otra persona de la organización le ha trasmitido y ha considerado positiva. La frase “He pensado que podíamos hacer…” sin nombrar al verdadero/a autor de la idea.
Este comportamiento es una gran ofensa para el verdadero autor, y las consecuencias inmediatas es la “escasez de ideas”. La persona optará por no trasmitir nuevas ideas, ante esa falta de reconocimiento.
5. Dificultan el despliegue de responsabilidades entre el personal.
Otra conducta típica de una mala dirección es el acaparar todo tipo de funciones sin desplegar responsabilidades entre el personal. Las personas trabajadoras (salvo excepciones) necesitan saberse responsables de las funciones que desarrollan y necesitan a su vez poder tomar determinadas decisiones para poder desarrollarlas sin tener que estar continuamente preguntando.
El no tener capacidad de acción y responsabilidad sobre las funciones a realizar tienen dos efectos negativos:
En primer lugar, produce una falta de implicación de la persona que lleva a cabo dicha función.
En segundo lugar, produce una sobrecarga de trabajo inútil en estos directivos/as ya que acaban “perdiendo el tiempo” en actividades que no dan ningún valor añadido a la organización.
6. Capacidad de autocrítica nula.
Hay un dicho muy acertado que dice que “quien hace algo puede equivocarse, pero quien no hace nada, nunca se equivoca”. Este dicho es perfectamente aplicable a la labor directiva. Dentro de sus funciones se encuentra el tener que tomar continuas decisiones, algunas de las cuales pueden ser erróneas. Esto, tan fácil de entender, en los directivos/as poco eficientes es un problema ya que tienen una incapacidad absoluta para asumir que se han equivocado y siempre prefieren achacar esa mala decisión o bien a factores externos o a otras personas.
7. El “yoismo” en su mayor grado.
Yo he hecho, yo he decidido, yo he pensado…, yo, yo, yo. Este comportamiento provoca que se ningunea al resto del personal de la organización. El acaparar toda la marcha de la organización en su persona, va a tener una consecuencia inmediata, la falta de interés del resto de personas que también trabajan en la empresa.
Si, además, combinando este factor, con algunos anteriores, se da la circunstancia de que alguna de estas “medallas que se cuelga” es falsa o proviene de otra persona la desmotivación sobre el equipo es absoluta.
8. No existe el tiempo libre, el tiempo para dirigirse al resto de personal es 24/7.
A día de hoy esta conducta es ya hasta ilegal. La empresa debe establecer los tiempos de desconexión para todo el personal. El creer que en todo momento los trabajadores/as deben estará disposición de la organización es un error mayúsculo y además tiene un efecto demoledor sobre la satisfacción de las personas.
En la actualidad, la conciliación familiar y/o social es algo especialmente valorado por las personas, de forma que cuando una persona no ve respetados sus tiempos, se siente especialmente atacado.
9. Son una fuente de actitudes cambiantes.
Todas las personas que trabajan en una empresa están continuamente interactuando con los demás, entre ellos la dirección. En esa relación es muy importante que se tenga claro los valores y las actitudes de la persona que está al frente de la organización. Actitudes cambiantes, hoy sí, mañana no, suponen un problema muy serio cuando estos cambios se dan en la persona que toma decisiones sobre todos/as las demás.
10.Utilización equivocada de los canales de comunicación.
Este fallo viene propiciado en las épocas actuales por los nuevos canales de comunicación que han surgido, y que permiten la trasmisión de mensajes “sin dar la cara”. Estos canales, por si solos, son un gran avance, el problema es su mala utilización. Hay determinados mensajes que por su importancia deben trasmitirse directamente a las personas que forman el equipo humano de las organizaciones.
Estos errores en la gestión directiva propician además de un mal clima laboral, una disminución de la eficacia de la organización. Este pequeño resumen realizado desde Juritecnia, www.juritecnia.net, pretende visualizar los principales errores en la gestión directiva, para que las personas que ocupan dichos puestos valoren si “caen en ellos o no”.