Actitudes positivas en el trabajo

por Jon López, orientador laboral de Juritecnia.

 

A día de hoy es una realidad indiscutible que uno de los factores que más se valoran a nivel laboral es el de un buen clima laboral.

A la hora de teorizar sobre el clima laboral, también es totalmente cierto que para lograr un buen clima laboral, tanto las empresas como las personas contratadas podemos aportar nuestro granito de arena.

En un artículo anterior (Cómo mejorar la satisfacción de las personas), nos centrábamos en los granitos de arena que debía aportar la organización.

En este caso, vamos a referirnos a qué podemos hacer los trabajadores y trabajadoras para tal fin.

 

Cómo podemos mantener una actitud positiva en nuestro trabajo.

Voy a comenzar aclarando que al listado que voy a señalar, podrían añadírsele nuevos comportamientos, que también mejorarían el clima organizacional de nuestra empresa.

1. Actitud positiva

Diariamente en la empresa se dan una serie de situaciones (clientela, compañeros/as…) que podemos afrontar con diferentes talantes. En esta vida siempre podemos ver “la botella medio llena o medio vacía”. El situarnos siempre en actitudes negativas, siendo catastrofistas no va a ayudar a mantener un clima organizacional favorable.

Además, el situarnos en posturas catastrofistas, nos va a paralizar en cuanto a la búsqueda de una solución y por tanto, la sensación negativa va a ir en aumento.

      2. Buenas relaciones con los compañeros/as

Tenemos que tener claro que al final pasamos más tiempo relacionándonos con nuestros compañeros/as de trabajo que incluso con la familia.

Aunque es cierto que al trabajo no se va a hacer amigos, unas relaciones respetuosas y fluidas con ellos/as va a lograr que la sensación que tengamos cuando estamos trabajando sea más agradable que si lo sentimos como un campo de batalla.

Debemos interesarnos por las personas, practicar la empatía y el respeto, para de esa manera, recoger actitudes similares por parte de los demás.

      3. Comunicación

La comunicación es un factor inherente a las relaciones entre las personas en todos los ámbitos: laboral, familiar, social, etc. En las empresas es fundamental que cumplamos con lo establecido en el Plan de Comunicación, o en ausencia de él, trasmitamos a tiempo y por un canal adecuado todo aquello que nuestros compañeros/as de trabajo necesiten para desarrollar su trabajo.

Si pensamos, un factor que nos causa especial incomodidad es que no nos comuniquen, por ejemplo, convocatorias de reuniones, informaciones para realizar un trabajo, etc.

Además de tener claro los mensajes que tenemos que trasmitir, es igualmente importante seleccionar aquellos canales más adecuados para cada uno de ellos. Hay que tener en cuenta que hay determinados mensajes que, por su importancia, deben ser trasmitidos personalmente al receptor/a y no recurrir a canales más impersonales.

       4. Iniciativa

Es muy importante no esperar a hacer las cosas hasta que nos manden. El ser un “mandado/a” en la organización no trasmite nada positivo. Es fundamental anticiparnos a las situaciones que se vayan dando. Así, trasmitiremos una gran eficiencia y evitaremos problemas ante presiones de tiempo, ya que el trabajo está realizado.

        5. Adaptarse a la mejora y el cambio

La empresa es “algo” que está en plena evolución y necesita implementar nuevas formas de trabajar. Para ello, es necesario que los trabajadores/as tengamos una actitud positiva hacia el cambio y no nos aferremos al dicho “es mejora lo malo conocido que lo bueno por conocer”. En muchas ocasiones es mucho peor el miedo que se tiene a cambiar que lo que el cambio realmente supone. En este aspecto es fundamental el preocuparse, y estar predispuestos/as hacia la formación para que nos resulte más fácil adaptarse a los cambios que se originan en la organización. La formación continua es algo que la persona tiene que tener presente a lo largo de toda su trayectoria laboral. Según la persona se va formando, adquiere una mayor seguridad y disminuye su resistencia al cambio.

        6. Puntualidad

Aunque parece algo obvio, el estar esperando a una persona por costumbre en reuniones, para trabajos en común, etc., es algo que molesta muchísimo. Debamos replantearnos nuestra agenda diaria de forma que demos prioridad absoluta a los momentos en que tenemos que juntarnos con alguien para sacar adelante alguna función de forma conjunta.

        7. Vigilar la forma en que nos comunicamos

Cuando estamos trabajando, nos encontramos en plena relación con otras personas. En el trato con nuestros compañeros/as es esencial que mantengamos unas formas adecuadas. Las comunicaciones, tanto orales como escritas, deben ser vigiladas por nosotros/as mismos para no provocar problemas. Atención a los emails en mayúsculas, palabras demasiados coloquiales, a no incluir un saludo en nuestros mensajes, etc.

       8. Ser perseverantes en nuestro trabajo.

Es muy importante centrarse en los objetivos marcados. Hay que saber distinguir lo urgente de lo importante, y centrarse en lo último. Es importante no rendirse ante las dificultades que podemos encontrar en el camino, no perder nunca la voluntad y la esperanza. Puede haber ocasiones en que el trabajo nos supere. Es el momento en que no abandonemos el esfuerzo y nos centremos en la resolución de los problemas que nos vamos encontrando, ¡seguro que tiene solución y además no es muy compleja!

       9. Centrarnos en la resolución de problemas

Es evidente que, durante el desarrollo de la actividad en la empresa, nos vamos a encontrar con situaciones conflictivas. Bien sea con los clientes/as, con nuestros compañeros/as o con las personas directivas, se crearán situaciones que no nos resulten agradables. Ante ello, debemos centrar nuestro esfuerzo en la resolución del problema. No perdamos el tiempo en otras consideraciones (búsquedas de culpables, sentirnos victimistas, etc.) ya que nos va a ocupar el tiempo y lo prioritario es buscar una solución satisfactoria.

      10. Desplegar nuestra creatividad.

Pensar de manera creativa y creer en la posibilidad de nuevas ideas diferentes a lo actual, es algo tremendamente positivo. Este sistema de enfocar nuestro trabajo va a servir para “arrastrar a nuestros compañeros/as”, creando un ambiente de trabajo creativo en nuestra organización.

 

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