Preguntas en la entrevistas de trabajo
por Jon López. Orientador laboral de Juritecnia
Tal como escribíamos en un post anterior, es fundamental la preparación de determinadas respuestas para las preguntas que nos hagan en las entrevistas de trabajo. Esto va a suponer un mayor control por nuestra parte de la entrevista y se van a eliminar “vacíos”, los cuales son muy incomodos.
Vamos a enumerar una serie de preguntas que pueden producirse en la entrevista, pero no olvidemos lo que aportábamos en el post anterior: las personas entrevistadas pueden provocar que se les hagan determinadas preguntas dependiendo cómo hayan elaborado su CV. Si en nuestro CV o carta de presentación nombramos ciertos proyectos, es muy posible que nos pregunten por ellos.
Algunas claves generales respecto a las preguntas en las entrevistas de trabajo
Vamos a establecer unas premisas antes de enumerar las preguntas, que nos pueden ayudar a buscar la respuesta más oportuna en cada caso.
Si has llegado a la entrevista, es que a priori, hay opciones
Existe la idea de que en ocasiones se hacen entrevistas a candidatos/as cuando ya no hay opciones de ningún tipo. Yo no voy a entrar en la discusión de si esto es cierto o no, pero pensarlo así, a las personas candidatas no les ayuda nada. El interés por la entrevista va a ser mucho menor y eso se lo vamos a trasmitir a quien nos entreviste.
Es fundamental evitar los silencios en la entrevista
Debemos responder a las preguntas que nos hacen en las entrevistas de trabajo, aunque sea para decir que no vamos a contestar al contenido de la pregunta en concreto, porque no nos parece adecuado. Lo que no es nada, pero que nada útil, es el silencio.
La persona que nos entrevista no tiene por qué ser una profesional de RRHH
La idea a trasmitir aquí es que el entrevistador/a puede no tener experiencia al hacer entrevistas, con lo cual puede hacer preguntas inadecuadas sin ninguna mala fe o no hacer preguntas que puedan ser importantes.
Intentaremos en estos casos, “ayudar” a quien nos entreviste, aclarando las posibles preguntas o interesándonos por cuestiones que no se hayan planteado.
Evita bloqueos ante preguntas incomodas
Hablaremos más delante de ello, pero en ocasiones, las preguntas “incomodas” se hacen porque no se sabe preguntar correctamente. Evitemos bloqueos, reconduciendo las preguntas y respondiendo aquello que llevemos preparado.
Preguntas y respuestas en las entrevistas de trabajo
A la vez que planteamos una pregunta, vamos a establecer un “modelo” de respuesta que pueda ser adecuado, pero, no debemos olvidar nunca, que debemos sentirnos “a gusto” con las respuestas que damos, por lo que deberemos expresarlas desde nuestro punto personal de vista.
Háblame acerca de ti – Cuéntame tu trayectoria…
Este tipo de preguntas generales son muy habituales al inicio de la entrevista. Para su respuesta debemos tener en cuenta:
– Es una pregunta profesional, ¡huyamos de lo personal!
– Expliquemos aquello que nos beneficia, sobre todo si tiene relación con la actividad o proyectos de la empresa a la que nos dirigimos.
– No “cansemos”, no se trata de enumerar todos los cursos que hemos hecho ni todas las funciones que hemos desarrollado. Vamos a centrarnos en lo principal.
¿Por qué te has dirigido a nuestra empresa?
Esta pregunta puede ser muy habitual sobre todo si hemos hecho un proceso de autocandidatura. Esta puede ser una de las preguntas que nos hagan ganar puntos o perderlos en la entrevista. Debemos dar una respuesta clara, en la que dejemos claro que nos hemos interesado por la empresa y no es una más a la que hemos enviado el CV. Tenemos que pensar en respuestas como: “consultando su web, he observado que se dirigen con sus productos a mercados internacionales, y esto es un factor muy importante para mí, ya que he estudiado comercio exterior y hablo inglés”
Se observa que en tu CV aparecen espacios de tiempo en los que no has trabajado
Esta afirmación, como la relativa a haber trabajado en muchas empresas tiempos cortos, pueden ser preguntas trampa. Debemos orientar la respuesta al futuro, argumentando que esos cambios de empresa, nos han permitido observar diferentes formas de trabajar, y que, en la actualidad, desearíamos incorporarnos a la empresa para un tiempo más prolongado. Podemos argumentar, en caso de que sea cierto, que nos han contratado a través de ETTs y los contratos, por tanto, son temporales.
Aquí debemos evitar referirnos a malas experiencias anteriores o criticar a personas con las que hayamos trabajando anteriormente.
Dime tus mejores cualidades – ¿Por qué debo contratarte a ti y no a otro?
Esta pregunta nos resulta a veces complicada, porque tenemos un cierto pudor en hablar bien de nosotras/os. La clave en la respuesta es enumerar tres o cuatro buenas cualidades nuestras, pero siempre refiriéndolas a algún aspecto objetivo.
Un ejemplo podría ser: Soy una persona con una gran empatía, estuve trabajando dos años en el tratamiento de quejas de la clientela en XXSA y en ningún caso se llegó a cumplimentar hojas de reclamaciones ante Kontsumobide.
Es decir, tengo esta buena actitud o aptitud y lo puedo relacionar con este dato objetivo de mi trabajo.
Cuéntame algún aspecto tuyo que te gustaría mejorar – Algo que no hagas bien – Algún defecto que tengas
Si la anterior puede ser complicada, esta pregunta lo es siempre. Debemos llevarla absolutamente preparada. La respuesta siempre debe incluir una propuesta de mejora que ya hemos aplicado sobre nosotras/os. Un ejemplo podría ser: Yo anteriormente, siempre tenía mucha prisa para acabar el trabajo y aunque lo revisaba, la prisa hacía que, en algunas ocasiones, hubiese algún fallo. Ahora siempre me marco un plazo de entrega del trabajo, de forma que, al no entregarlo antes, lo hago con una mayor tranquilidad y precisión.
Es decir, la estructura de la respuesta es: Tenía una debilidad que subsane con su correspondiente acción de mejora.
¿Cómo verías en un futuro cambios de puesto que supusieran tener que liderar equipos de trabajo?
Aquí se está valorando nuestras aspiraciones futuras y capacidad de liderazgo. La respuesta más interesante es mostrar interés por el posible cambio y si podemos, hacer referencia a algo objetivo que apoyase nuestra futura candidatura al ascenso, como que ya hemos liderado equipos, proyectos, etc.
¿Qué idea tienes sobre el sueldo? – ¿Qué retribución pretendes ganar?…
Vamos a comenzar en este caso, enumerando lo que no debemos contestar:
- Por convenio. Estamos reconociendo que nos conformamos con el sueldo mínimo y, por otro lado, en la mayoría de las ocasiones no sabemos cual es. Esto último es un riesgo, ya que podrían preguntarnos por él.
- Lo que la empresa pague, lo importante es trabajar. Estamos en la misma situación. Nadie se cree que vayamos a trabajar por cualquier sueldo.
Entonces, ¿cómo podemos contestar? Pensemos en una cantidad razonable (podemos tomar como referencias anteriores trabajo) y si no queremos fijar una cantidad justa, podemos hablar de un intervalo económico.
También puede fijarse una cantidad algo menor, pero con un intervalo de tiempo prefijado para ajustarlo.
Preguntas y respuestas inadecuadas en las entrevistas de trabajo
Aquí tenemos que hacer referencia a dos tipos de preguntas distintas:
- Por un lado, están aquellas preguntas inadecuadas, se hacen desde el lado personal, pero queriendo preguntas algo profesional. Un ejemplo sería que un entrevistador/a nos preguntará sobre si tenemos hijos cuando lo que a esa persona le interesa es averiguar si tenemos problemas de disponibilidad en el futuro puesto de trabajo.
- En segundo lugar, hacemos referencia a posibles preguntas ilegales sobre nuestra afiliación, sindical salud, orientación sexual, etc. En estos casos, lo más fácil, es decir, sin mostrar mal tono, que no hablamos de temas personales de esa índole.
¿Tienes hijos/as? – ¿Cuidas a personas mayores?
Una opción interesante es que nosotros/as “demos vuelta a la pregunta” y contestemos. Podría contestarse: “Entiendo que se está refiriendo usted a posibles problemas de disponibilidad, pero no tengo problemas para adaptarme a los posibles horarios de la empresa”. Contestando así, estamos dando a entender, de forma educada, que no nos gusta hablar de temas personales.
¿Qué tipo de aficiones tienes?
Esta pregunta, aunque es personal, a veces es un balón de oxígeno que nos lanza quien nos entrevista, ya que es fácil de contestar.
Debemos contar la verdad, y no lanzarnos a aficiones que nos parezcan altruistas, aunque no sea cierto. No a todas las per5sonas les tiene porque gustar el teatro o la música clásica.
¿Te ves en nuestra empresa en un futuro o te planteas un cambio de vida en unos años?
La verdad es que nadie puede saber lo que va a pasar en un futuro y nosotras/os tampoco. Es tan fácil como manifestar que, a día de hoy, estarías encantado/a de incorporarte a la empresa y deseas que en un futuro no te plantees cambios ya que tu puesto de trabajo cumple con las expectativas.
¿Estarías dispuesta/o a cambiar de residencia si tuvieras que moverte a nuestra delegación de …?
Aquí la clave sería decir la verdad, aunque podemos no aclarar totalmente algo que se daría en un hipotético futuro.
Es decir, una respuesta posible es que a día de hoy sería posible, pero en un futuro podría cambiar ya que su situación personal podría ser distinta.
Preguntas y respuestas al final de las entrevistas de trabajo
Vamos a hacer mención a una pregunta superinteresante con la que podríamos mostrar interés por la empresa.
¿Tienes algo que preguntar? – ¿Algo que no te haya quedado claro?
Aquí la clave está en preguntar. Tenemos que interesarnos por algo de la empresa, sobre su forma de trabajar, sobre proyectos en los que hayan trabajado, etc. Tenemos la página web para llevar preparadas las preguntas oportunas.
Para un asesoramiento personalizado, dispones de nuestro servicio de orientación al que puedes acceder a través del Portal del Empleo de nuestra página web, www.juritecnia.net.