Aptitud y/o actitud en el trabajo
Aptitud y/o actitud en el trabajo
por Jon López, orientador laboral de Juritecnia.
Nos podemos encontrar en un momento en nuestra vida en el que parece que podría haber cambios a nivel laboral. Bien, porque vamos a cambiar de empresa (por obligación o por decisión propia) o porque en la organización en la que estamos se presentan posibilidades de ascenso o cambio de puesto.
Ante tal situación se nos presenta una duda, que es la de qué se valorará en los puestos a los que podemos acceder en otras empresas o que se tendrá en cuenta en la nuestra a la hora de seleccionar una persona candidata.
Observando ofertas de empleo, visualizamos que en todas ellas se valoran determinadas aptitudes y actitudes.
¿Aptitudes y/o actitudes?
Si nos remitimos a las definiciones de ambas palabras:
La aptitud es la capacidad de una persona para realizar adecuadamente cierta actividad, función o servicio.
La actitud es la disposición mental y emocional de una persona hacia algo o alguien, y se manifiesta a través de sus pensamientos, emociones y comportamientos.
De estas dos definiciones, podemos extrapolar una serie de diferencias entre ambos términos:
- La aptitud se relaciona con la capacidad de una persona para conseguir una nueva destreza, en cambio, la actitud es el resultado de creencias, emociones y experiencias.
- La aptitud es innata, es decir, están presentes desde el nacimiento, mientras que las actitudes están completamente formadas por experiencias y factores ambientales.
- La aptitud se asocia con la inteligencia, mientras que la actitud afecta la personalidad y el comportamiento.
Vistas las diferencias, vamos a enumerar cuales serían las principales aptitudes y actitudes demandadas en los procesos de selección de personal.
Linkedin, como canal de búsqueda de empleo, nos enumera las aptitudes y actitudes más valoradas y demandadas por las empresas:
Aptitudes
- Dirección.
- Comunicación.
- Servicio de atención al cliente.
- Gestión de proyecto.
- Investigación.
- Habilidades analíticas.
Actitudes
- Trabajo en equipo.
- Resolución de problemas.
- Inteligencia emocional.
- Resistencia al estrés.
- Iniciativa
A la vista de cuáles son, lo siguiente a tener en cuenta es que cuando preguntamos a profesionales de la selección de personal sobre la mayor importancia de las aptitudes o actitudes, la respuesta es clara: “No es posible tal priorización, una persona que accede a un puesto de trabajo tiene que demostrar tanto aptitudes como actitudes positivas”.
Mostrar las actitudes y actitudes en los procesos de selección de personal.
Dado que ya sabemos cuáles son esas aptitudes y actitudes demandadas, lo siguiente a tener en cuenta es la necesidad de mostrar tanto unas como otras en los procesos de selección.
En la actualidad, los principales momentos en los que un candidato/a a un puesto tiene opción de mostrar sus aptitudes y actitudes son el Currículum Vitae y la Entrevista de Trabajo.
Si comienzo con el CV, es muy importante señalar nuestras aptitudes y actitudes, pero la clave se sitúa en cómo hacerlo. Expresaré primero cómo no hacerlo: no haremos un listado señalándolas, ya que así mostrado, no le da ningún valor añadido a nuestra candidatura. En la mayoría de las ocasiones, las personas que lean nuestro currículum vitae ni siquiera se molestarán en leerlo, ya que la sensación que trasmiten esos listados es la de meros rellenos y no muestran ninguna relación real con nuestra persona. Ahora veremos cómo sí hacerlo, debemos señalar en nuestro perfil profesional o en las funciones desarrolladas nuestras aptitudes y actitudes, pero relacionándolas con funciones o proyectos que hayamos desarrollado. Esta mención debe ser lo más concreta posible, ya que cuanto más concreta sea, más credibilidad vamos a trasmitir.
En el caso de las entrevistas de trabajo, las opciones que tenemos son mayores, pero tenemos en nuestra contra la rapidez con que tenemos que contestar, es el gran problema de la comunicación verbal. Por ello, es muy importante que en el momento en que nos pregunten por nuestra experiencia laboral, además de explicar qué hemos hecho, también expliquemos cómo lo hemos hecho. Es el momento de explicar:
- Los equipos de trabajo en que hemos participado.
- Cuántos y cuáles de ellos hemos liderado.
- Posibles investigaciones realizadas para planificar o implementar un proyecto.
- Iniciativas que hayamos propuesto y se hayan desarrollado con éxito.
- Posibles interlocuciones que hayamos llevado a cabo representando a la empresa en la que hemos estado, etc.
Esto supone que tengamos que hacer una profunda reflexión sobre cuáles son nuestras aptitudes y actitudes positivas y en qué aspectos concretos las hemos demostrado.
Estas respuestas conviene llevarlas “preparadas” y “ensayadas”, ya que la probabilidad de que en algún momento de la entrevista podamos explicar lo que hemos hecho a nivel laboral es prácticamente del 100%.
Tenemos que tener algo claro: Todas las personas tenemos determinadas aptitudes y actitudes positivas, sólo se trata de identificarlas y aprender a comunicarlas de forma natural.
Mejorar las aptitudes y actitudes para tener más éxito en las selecciones de personal.
De la autorreflexión que realicemos habremos detectado qué aptitudes y actitudes tenemos y en cuales otras podemos mejorar. En estas últimas será en las que tengamos que redoblar nuestros esfuerzos.
Tanto las aptitudes como las actitudes de la persona pueden ser mejoradas. ¿Cómo vamos a lograrlo?, la propuesta más inmediata es la formación.
Con la formación vamos a:
- En primer lugar, mejorar nuestras aptitudes en función de la formación que escojamos. Tenemos opciones de formación en técnicas directivas, comunicación eficaz, gestión de proyectos, liderazgo efectivo, gestión de ventas, atención al cliente, etc.
- En segundo lugar, formaciones en trabajo en equipo, inteligencia emocional, etc, van a suponer un empujón a nuestras actitudes.
Conviene recordar que esta formación la podemos encontrar gratuitamente a través de las diferentes programaciones para personas empleadas y desempleadas existentes. Concretamente, las acciones formativas de las que hablamos es más común encontrarlas dentro de las programaciones de formación para empleados/as, pero debemos recordar que en estas programaciones también tienen cabida, aunque sin preferencia, las personas desempleadas, si es nuestro caso. Centros como Juritecnia, www.juritecnia.com, tienen amplias programaciones en las que pueden encontrarse los cursos que deseamos.